Volar y soñar.

Quizás estar en lo más alto me hizo pensar, reflexionar que no nos hace falta nada ni nadie para soñar. Fue algo extremadamente maravilloso y quería volar, volar por encima de cualquier montaña y lo hacía, en sueños.
Cada vez que cruzaba cada frontera sabía que nada me podía dejar atrás, que todo lo que tengo esta guardado en la mejor caja que ha podido existir, mi corazón.
Cuando aun estaba volando, cruzando fronteras y sobre pasando lugares, abrí esta valiosa caja y me pare a pensar en todo lo hemos vivido y esperamos por vivir. En esa caja te vi a ti, una persona muy especial; vi recuerdos malditos, pero aun así, recuerdos; os vi a vosotras, las más preciada palabra amistad; vi a la mujer y al hombre que supieron haceptarme, cuidar y mimarme dando todo lo que tenían, mis padres; vi al mejor hermano que pude tener, que a dado todo, por mi; vi a personas especiales que pasaron por mi vida y la marcaron, mis abuelos; vi a una excelentísima persona que es esencial en mi vida, mi prima y por último me vi a mi, todo lo que he crecido como persona, todo lo que he experimentado y aprendido, fue un viaje al pasado.
Y la verdad es que no me arrepiento de nada, de nada de lo que he vivido, todo a sido maravilloso, con sus cosas malas y buenas, pero tengo que agradecer todo lo que tengo ahora, tengo que he hecho todo lo correcto en le pasado para que ahora sea todo como es. Todos los días me levantando dando gracias por las personas tan maravillosas que tengo a mi alrededor, por todo lo que me dan cada día, por todo y es que nada más de pensar que se marcharían se me va el corazón y mis lágrimas se rompen.  Me cuesta, sí, me cuesta ver el sentido de las cosas lo positivo, pero todas esas personas me hicieron ver el sentido de la vida y me enseñaron a vivir, vivir cada momento y no olvidarlo jamás, porque cada momento es especial, malo o bueno todo es genial.
GRACIAS POR TODO.