¿Alguna vez sentiste lo que es estar enamorado?
Pero no ese amor que se escurre con la mañana, sino ese sentimiento que perdura más allá de todo, que es tan sublime y tan puro que va más allá de la necesidad del uno por el otro, y eso te hace entender que no existe ninguna fuerza que te lo arrebate…
¿Y no es realmente triste que amores así no puedan concretarse por los estúpidos e injustos prejuicios de otros?
Personalmente, me recuerda la amargura, la envidia y la falta de amor que existe en la humanidad, y me hace pensar si alguna vez podré vivir algo así… no sé, quizás el miedo a sentir me haga asemejar un poquito a “esa” humanidad, algunas veces…
Pero bueno, la cosa es que, aquel amanecer fué testigo de un amor así, junto con el cielo y el mundo dormido. Fueron sólo unos momentos, pero observarlos fue algo tan bello…me animo a creer firmemente, al menos por un ratito, que a pesar de las más injustas adversidades, lo esencial prevalece sobre lo que esta de más..
Un amor prohibido, de un amor secreto...
Ellos se amaban, se aman aún. Con una fuerza que nace de lo más profundo e incierto del propio ser. Una fuerza que llena el aire que se respira, de una música tenue y melancólica. Su amor iluminaba todo a su alrededor. Y ellos brillaban como nunca antes. Y todo parecía tener sentido. En fin, ellos estaban juntos, y eso era lo único que importaba. Pero evidentemente, el mundo no soportó ver tanta felicidad. Y aqui es dónde me pregunto: ¿por qué? No sé si fue por una larga lista de prejuicios que, al fin y al cabo, nunca los dejó ser libres, o si fue, en el fondo, una amarga envidia por saber que lejos estaban, de esa capacidad de amar tan apasionadamente. O quizás ambas, no lo sé. De todos modos, el mundo dijo que eran demasiado diferentes para estar juntos, que debían separarse… Y, en cierta forma, sí eran diferentes, pero lo que nunca el mundo pudo ver, fue que lo que los unía iba más allá que cualquier diferencia entre ellos. Lo que importa es que este mundo tan lleno de envidia y egoísmo, le dio la espalda y los llenó a los dos de culpa y tristeza… Y, como suele pasarles a los seres con corazones llenos de bondad y pureza, no soportaron la idea de que su felicidad significase la infelicidad de otros. ¡Y mucho menos de un mundo entero! Por eso, con todo el dolor que se puede llegar a sentir, pero sin dejar de amarse más que nunca, decidieron separarse para siempre… Y se opaco el brillo que los envolvía. Y cada uno sufrió la condena de vagar solitario, sin el otro…
El mundo, satisfecho por su victoria, pronto olvidó la historia. Y siguió girando inmerso en su cíclica rutina apresurado por llegar a quién sabe dónde… o a ningún lugar en especial.
Pero aun así...
Los días pasaron y ellos se querían igual, el tiempo y las barreras los separaban, sus sentimientos y emociones los unían, pero entre ellos siempre existirá el amor, tenían un lenguaje mudo, entre miradas, porque una mirada vale más que mil palabras...
Ella pensaba todos los días en el, siempre tenia segundos, minutos o incluso horas solo para el, siempre a soñado con el... Esto lo hizo durante años, muchos años al igual que el.
El pensaba que la vida ya no tenia sentido sin ella a su lado, que la vida ya no tenía sentido sin sus besos de sabor a miel, sin ser prisionero de sus sonrisa, sin su mirada todo el tiempo junto a ella, sin aquellas noches juntos cogidos de la mano contando las estrellas, cuando en cada beso un te quiero le susurraba, no podía vivir si ella.
Los dos quedaron una noche fría, cuando llovía, donde nadie podía verles, el la cogió de la mano y ella le miro a los ojos, ella no podía creerlo una vez más esta con el lo tocaba, entonces el le dijo:
-Lo siento, pero este vivir ya no me convence, ya no puedo seguir en este mundo si no es contigo.. ¡ Ya no puedo más! (Le dijo cabreado)
-Lo sé, de verdad, te entiendo... (Le dijo ella con timidez)
-Te quiero más que a mi vida y si mi vida no es contigo, nada tiene sentido, por eso no quiero continuar más con esto.. (En ese momento saco una pistola) ¿La ves? Esto va acabar con este sufrimiento... (Dijo el llorando)
- ¡No!, ¡No lo harás!. Tu eres más fuerte que todo esto podrás continuar, aunque yo también quiera morir, debemos seguir adelante.. (Dijo preocupada)
-Lo siento, pero no puedo vivir más con esto clavado en mi espalda, te quiero.... (Se disparó)
-¡Noooooooooo! (Gritó)
Todos los vecinos asustados al oír el disparo salieron de sus casas y justo en ese momento ella dijo entre suspiros y lágrimas:
-¡Si esto es lo que queríais lo habéis conseguido!, pero mi vida es el y nuestras almas caminaran por siempre juntas y tranquilas, como siempre hemos querido que lo hiciesen nuestros cuerpos, por fin seremos felices como siempre querimos... (Ella se disparó)
Aunque el mundo no se lo permitiese ellos ahora se amaban y siempre lo harán.
Aquí esta el verdadero amor, el que se ama sin ningún temor a perder...
