Día a día.

Llegar tan lejos como el tiempo me lo permita. Cumplir todos mis sueños, sin rendirme. Sonreír cada día que me levante, porque estoy viva. No despedirme sin decir lo que me importan. Decirle adiós con un beso. Disfrutar del momento sin mirar que quedará mañana, ni qué quedó de ayer. Recordar todo lo que me hizo feliz. Vivir sin rencor. Superar mis miedos. Decir si a la vida. Saber decir que no. Ser coherente y honrada conmigo misma. Reír hasta que te duela la cabeza y que la barriga parezca que esta apunto de explotar. Querer sin mirar a quién. Sentir. Ir a por todas. Llorar cuando lo necesite. Tener tiempo para los que me quieren. Tener tiempo para mi. Ponerme los auriculares y escuchar esa canción que me anima. Caminar mirando las estrellas. Creer en lo imposible. Tener fe en mi misma. Ser yo misma ante todo, no dejarme influir. Oír, callar y reflexionar. Hacer reír cuando lo necesiten y cuando no también. Abrazar cuando el corazón me lo pida. No planificar mi vida como si fuera la ceremonia de mi boda, que lo que pase tendrá que pasar. Pero sobre todo ser feliz, aunque este a un borde del precipicio.