Rutina.

Me gusta que lleguen esas tardes tranquilas que puedes escribir sin que nadie te moleste, tumbada en el sofá junto a un chocolate caliente y al lado de un radiador que pueda calmar estos días de frío.

Aveces no sabes que hacer, te cansas de la rutina y se te hace pesada. Un día tras otro la misma historia, las mismas calles, las mismas caras, la mismas conversaciones, las mismas situaciones y las mismas miradas entrelazadas que no son nada más que eso, miradas.
Es pesado ver que nada cambia, que todo sigue igual, pero, ¿quién te obligó a vivir esa misma rutina un día tras otro? Nadie, tu mismo. Muchas puertas se cierran, pero muchas otras se habren. Dale un giro total a eso que ves constantemente. Prueba sabores nuevos. Conoce a gente. Vive experiencias nuevas, hay que vivirlo todo.
Molesto dices: "Estoy cansada de mi vida". Fuera esos pensamientos, podría ser peor, si no mira su cara y dime: ¿No será para ellos una rutina su vida?

No pienses en negativo, piensa en terceras personas que no se quejan, como ellos. Y siempre, siempre, aunque cueste sonríe. Siempre.