Cuando los niños vuelan.

Porque un hombre no se mide por las veces que se cae, sino por las que se levanta. Yo era el niño que no quería crecer. De los brazos de mi madre nunca quise bajar. No quiero trabajar, ni luchar, ni sufrir, ni llorar, ni perder... Sabes que hay un abismo de miedos en mi en el que es fácil caer y cuando caes, caes... ¿quién te va a bajar a ver? 

Amigo, es un diablo en este trance. Veo la luz arriba fuera de mi alcance. Y como estoy sujeto al suelo, sueño que vuelo y tengo celos de los pájaros que surcan el cielo. 

Quiero volver a escuchar la voz de aquellas tardes cuando volvía de la guardería...

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